EL ENGRANAJE DE SINNER
Cuando nos hablan de teoría de Higiene y Desinfección aplicadas a Industria Agroalimentaria, el referente en cuanto a la definición de los 4 pilares nos lo da el bueno del Dr. Herbert Sinner en los años 50 del pasado siglo.

No hay fallo posible, todo encaja: cuando nos falta de una parte se compensa con cualquiera de las otras, según unas reglas cuantificables y ya cuantificadas. El Círculo entonces queda cerrado y no pierde su forma y, gracias a ésta, todo sale rodado.

¿Cómo gira esta rueda? ¿Con un empujón basta? En una rueda de carro con tracción animal, vamos fustigando a quien vaya delante y se va avanzando. Si encontramos una piedra en el camino que nos atore, se fustiga algo más fuerte y acaso alzamos un poco la voz y sigue rodando. En el peor de los casos hay que bajar del carro con remordimientos y quizás empujar o hacer palanca para poder salvar el obstáculo. Por suerte cada vez quedan menos animales tirando de carros.

Hasta aquí fácil, pero resulta que la rueda no gira de forma tan sencilla. Si le damos la vuelta podremos ver que hay un mecanismo lleno de engranajes bien encajados entre ellos, montados de forma estratégica, cada uno con su función y una electrónica o cerebro que lo gestiona todo.

Aún y así no es preciso un botón que se pulse y ponga todo ese mecanismo en marcha. El movimiento del engranaje hace que gire la rueda, pero es el movimiento de la rueda el que hace que el engranaje siga funcionando. Se retroalimenta. Si una parte funciona correctamente, la otra también lo hace.

A la sombra del Círculo de Sinner tenemos muchos otros factores a veces tristemente olvidados.

Podríamos decir incluso que cada uno de los sectores del Círculo de Sinner se corresponde con unos engranajes específicos.

Es sencillo disponer de un producto químico espléndido, carísimo, con una formulación perfecta y adecuada para cada tipo de material o superficie, para atacar diferentes tipos de materia orgánica y microorganismos. Detrás del producto químico se encuentra un fabricante que tiene que ser nuestro partner. Tiene que haber una relación implícita con él y una preocupación real por la aplicación durante el servicio. También calidad y cantidad suficiente de producto, pero en su justa medida al fin y al cabo.

Sin la temperatura correcta todo va a funcionar de manera diferente. El centro de trabajo debe disponer de las instalaciones adecuadas, con el mantenimiento correcto. Es un factor incontrolable desde un servicio de limpieza externalizado, que no siempre tiene el poder de decisión suficiente para contar con un departamento tan importante en una empresa, ni se destinan los recursos que serían necesarios.

El valioso tiempo con el que se debe contar para realizar un servicio correcto, con la aplicación de todas las fases del proceso. Sin la debida organización tanto del centro de trabajo como del equipo de limpieza, difícilmente se puede disponer del tiempo necesario. La correcta planificación de todas las operaciones será clave para tener la horquilla necesaria.

La acción mecánica es indispensable. Es un error pensar que con la simple presión del agua se va a conseguir un óptimo resultado y todavía menos si se invierte más tiempo con agua para alargar el efecto de la acción mecánica. Si no es mediante medios manuales de frotado, con el utillaje específico, no se consiguen los mejores resultados.
Hasta aquí algunos de los muchos engranajes que encajan entre ellos para que el Círculo ruede y ruede. Y el motor que los mueve siempre presente detrás de todos ellos: LAS PERSONAS.

Si no se tiene el equipo adecuado, con las personas de confianza, encargados, estructura operativa, interlocutores en el centro, diferentes departamentos compuestos por más personas, etc... Nada de esto se pone en movimiento.

Hablar con los operarios que están en primera línea, conocer sus inquietudes, motivarlos, FORMARLOS, estar pendientes de ellos para que no les falten recursos, el trato con respeto... Es la chispa de energía necesaria.

Olvidar todo esto lleva a una aplicación puramente objetiva de un proceso de Higiene y Desinfección. Si bien es necesario contar con métodos cuantificables, en el momento que entra en juego el FACTOR HUMANO, los factores subjetivos toman especial relevancia para que todo siga en funcionamiento.


Jordi Dolader Hernández
Ldo. en Ciencia y Tecnología de los Alimentos